
La falta de agua en el Chaco boliviano es una realidad con la que se debe lidiar año tras año no solo para los animales sino también para el consumo humano. Desde hace tiempo los ‘atajados’ se han convertido en la única fuente de agua de los que, en tiempos difíciles, animales y humanos consumen agua con riesgos para su salud.
Desde 2014, el programa de Desarrollo de la Provincia Cordillera, dependiente de la Gobernación, entre otras actividades, trata de mejorar las condiciones de los atajados comunales en los siete municipios de Cordillera para garantizar la provisión de agua en mejores condiciones. “En casos extremos de sequía, se han dado casos en que los comunarios han tenido que recurrir a los atajados para su consumo”, explicó Luis Cáceres, de Prodecor.
“Hasta ahora hemos limpiado varios atajados comunales con equipo pesado extrayendo hasta 1.500 metros cúbicos de lodo, lo que ampliará la capacidad de contención de agua en esa misma cantidad”, dijo Cáceres